Aunque parezca increíble, aun estando en el siglo XXI, todavía reside en bastantes lugares, todo tipo de absolutismos, pero adaptado a la época actual. El absolutismo no es una forma de gobierno sino es una forma generada del pensamiento absoluto de los seres que habitan el planeta, ya sean racionales como irracionales, el ser irracional no tiene conocimiento de su existencia a lo cual se deja llevar por su instinto de conservar su supervivencia en su habita, pero en cambio el ser racional es un ser con conocimientos de su existencia y procura usar su absolutismo para dominar y someter a los demás seres esencialistas a sus caprichos, caprichos o doctrinas de continuidad, el ser absolutismo procura eliminar toda competencia física y emocional de la posible competencia a su alrededor, acaparando con cualquier medio o herramienta el erguimiento de su soledad, con el consiguiente peligro para la vida de parar la continuidad del conocimiento de los otros seres.
Esto me recuerda a una planta muy bonita, me parece que se llama la procesionaria, por sus hermosas flores recibe este nombre, esta planta al principio parece bonita y siempre es bonita, pero según va creciendo va extendiendo su absolutismo a través de sus ramas y plantas llegado a un momento que todo el terreno donde habita es ella, tapando con su manto de expansión a todas las plantas como los rosales o arboles hierba etc.. etc.., según va desarrollándose, va impidiendo que se pueda ver otra forma de ver las plantas y las flores y todo lo que rodea su extensión. Con lo que se pierde otro sistema de desarrollo de ver el ambiente.
Esto quiere decir que si una persona manda, tiene que mandar siempre en minoría para no crecer demasiado rápido y crecer su soledad en un limbo de ignorancia paranominal, Y no ser un absolutismo existencialista. También se puede decir que la vida es un Ser absoluto al ser el único que siempre domina las situaciones existencialistas, pero también es verdad que la vida lo que hace es que a través de muchos pequeños absolutismos va creando constantemente una perfección de la necesidad de estar competiendo unos contra otros, para que el continuo crecimiento del conocimiento no se vea tapado por un ser existencialista absoluto.
Un poco de historia:
El Absolutismo abarcó desde el principio de la historia hasta los siglos XVI, XVII, XVIII y la primera mitad del XIX, cuando la influencia política de la nobleza declinó, aunque manteniendo el régimen feudal que mantenía su preponderancia en la sociedad de la época. La teoría del derecho divino del poder real o del absolutismo teológico nació en Francia en el último cuarto del siglo XVI y en el ambiente de las guerras de religión. Aunque en Europa la divinización del monarca nunca llego tan lejos como en Asia (donde en algunos países se indentificaba al rey con al mismo Dios) el rey siempre tuvo cierto poder sobre las iglesias nacionales a través del regalismo.
En el plano político actual el absolutismo se manifiesta en la actualidad a través de las brutales diferencias de las dictaduras impuestas a la fuerza por los seres racionales para conservar su egoísmo y ocultar sus miedos ante los demás, ya que se ven incompetentes ante la igualdad de las democracias. Por eso los absolutismos absolutos tienen que estar prohibidos por las sociedades democráticas que habitan este planeta, todos los países que apoyan o ayudan a estos poderes absolutitas manchan con sus conciencias el futuro de sus generaciones.
El absolutismo también existe en medidas más pequeñas a través de pequeñas ambiciones de creadas por las necesidades del miedo a perder el derecho de la dignidad y a perder lo ganado en una vida, también se crea para poder dominar al vecino de al lado, es como el refrán que dice yo no quiero ser el más rico, si no mas que rico que mi vecino. En si, es un absolutismo competitivo en pequeñas dosis de creatividad donde la competencia queda igualada por la necesidad de poder crecer un poco más que el de al lado. La vida para luchar contra este absolutismo ha creado el don de la envidia, dichosa envidia, sin ella el mundo estaría perdido en las nubes.
Los gobiernos democráticos han creado contra los absolutismos empresariales el antimonopolio contra las empresas de mayor crecimiento para que no puedan acaparar los mercados en exclusivas, ya que si las empresas se irguieran absolutistas impediría el crecimiento y el desarrollo de las otras empresa del sector o de los sectores.
En el mundo contemporáneo existen aún cuatro monarquías absolutas: Omán, Brunei, Arabia Saudí y Swazilandia (pequeño país situado al sur de África). Nepal lo fue hasta el 18 de mayo de 2006, cuando fue declarado estado secular. Es posible añadir a la lista la ciudad Estado del Vaticano, encabezado por el Papa, que goza de poder absoluto, pero este es otro tema que trataremos más adelante en esta revista.
Por otro lado, en Jordania y Marruecos, el monarca (sin ser un monarca absoluto) ostenta considerables poderes. Parece que el mundo está mal repartido. Pero el Ser existencialista así lo quiere para que la vida siga creando emociones competitivas, para seguir creciendo en el camino de la necesidad del conocimiento. Si unos tienen mucho, otros, claramente tendrán menos o, en muchos casos, nada. El absolutismo de hoy en día parece que no tiene ninguna justificación y no lleva a nada, sólo a destrucción y miseria. El que tiene, por obligación, lo lucha y los gobiernos democráticos deberían de repartir y compartir el habita donde habita. Esto sí que debería ser una imposición, una ley compuesta por una serie de códigos y normas regidas por el pueblo, porque es éste el que debe gobernar la vida.
El Absolutismo del siglo XXI es un lastre que tiene que acabar luchando contra las dictaduras impuestas a la fuerza, ya que democráticamente nadie votaria ha una dictadura. No se puede permitir que unos manden en el absolutismo absoluto y otros no puedan desarrollar sus necesidades del conocimiento democráticos. ¿Cómo es posible que algunas naciones absolutistas impongan sus condiciones a los países democráticos.
La cuestión de la diferencia del absolutismo a través de las riquezas no se va a resolver en la vida. La naturaleza es así de caprichosa. Siempre habrá unos que tengan más que otros y, al fin de al cabo, en ciertos momentos de la vida esto nos beneficia. Me explico: es bueno tener ansias de superación y querer progresar en la vida. A todos nos gustaría llevar una más cómoda y mejor y eso sólo se consigue con dinero y, para conseguirlo, tenemos que trabajar… Es un círculo vicioso, pero es la vida. No es malo querer superarse, todo lo contrario, el progreso enriquece a las personas.
Lo que pasa es que las diferencias sociales extremas, como las que hay entre el tercer y primer mundo, es la cuestión que hay que cambiar y solucionar. Ese es el absolutismo actual, el absolutismo que hay que cambiar. En España el absolutismo a través del miedo lo intentan imponer una minoría que cree que tienen el derecho a exterminar a sus vecinos porque no comulgan con sus ideas, dentro de lo que cabe, no se vive mal.
En cambio, en los países en los que existen políticas dictatoriales la cosa cambia. No hay libertad y sus gentes viven en la más absoluta represión. La cuestión es simple, lo que ya no es tan simple es el cambio, ese cambio que sería necesario llevar a cabo, pero que por su dificultad y la falta de entendimiento entre países y gobiernos nunca se va a poder llevar a cabo. Yo prefiero ser positivo y tener muy presente el dicho de “querer es poder”. Quién sabe, igual se hace realidad este “sueño loco”. La idea es esa, lo que pasa es que se trata de un cambio a nivel mundial y es comprensible que parezca una locura, ya que incluso dentro de un solo país hay diferencia de opiniones y poco consenso en la mayor parte de las cuestiones, cuestiones que no necesariamente van hiladas con la política.
El Absolutismo tiene múltiples y variadas caras. La cara más amarga viene representada por la diferencia de poder tener mas riquezas terrenales que el vecino. Siempre va a haber pobres y ricos, así que lo único que nos queda es intentar que las diferencias no sean tan acuciantes ni estén tan marcadas, es decir, repartir más todo lo que nos proporciona la vida.
Esta especie de reparto debería estar regido y guiado por el Gobierno democrático de cada país, es decir, se deberían establecer una serie de “Normas de ética y moral para reparto de las riquezas culturales y terrenales” y cada cierto tiempo renovarlas, pero claro, volvemos a lo de siempre, no conviene, a los ricos les gusta ser ricos y trabajan para ser ricos, eso de repartir…
Se queda mejor en la teoría. En conclusión, el Absolutismo del siglo XXI tiene y debe desaparecer, en su medida, no podemos seguir aprovechándonos bajo ninguna circunstancia de las desgracias ajenas para engordar nuestros bolsillos y nuestro poder absolutista, porque, de esa forma, la Tierra o, mejor dicho, la raza humana puede desaparecer antes de lo que imaginamos. En el mundo de la fauna y la flora también hay Absolutismo, ya que siempre hay animales más fuertes que otros y lo mismo ocurre con las plantas.
La naturaleza es así, para sobrevivir, unos matan y se alimentan de otros y este también es un tipo de Absolutismo, solo que, en este caso, se hace por necesidad, para vivir y perpetuar la especie, mientras que las personas lo hacemos casi que por vicio. El dinero que gobierna nuestras vidas ejerce un poder absoluto en la sociedad actual. Mientras unos no tienen qué comer, otros tiran la comida porque quieren, se gastan miles euros en ropa e infinidad de caprichos que no llevan a nada, sólo a un ansia irrefrenable de poder y malgasto que, igual ni siquiera completan la felicidad de la persona.
Hoy he leído en la prensa que en Mauritania un ser se ha alzado contra el pueblo imponiendo su ideología a la fuerza. Este tipo de Absolutismo está minando el pensamiento libre de todos los seres que habitan esa zona y está evitando el desarrollo de los otros seres racionales e irracionales. Está impidiendo poder crecer libremente bajo las leyes que hacen los ciudadanos libres de este territorio. Este ser tiene un comportamiento egoísta y se lleva por las pasiones emocionales de su existencia, imponiendo algo que no va con su naturaleza. Su ansia de poder es tal que ha perdido su racionalidad mental. Este ser tiene que ser detenido automáticamente e internado en un centro de rehabilitación social mundial. Esto se debe de hacer también con todos los seres de este tipo de absolutismo de este planeta, ya que son enfermos paranoicos mentales. Este tipo de seres son un lastre para la vida, son negativos, por eso tenemos que unirnos todos a una, para luchar contra este tipo de tiranía.
Este articulo fue publicado el 21 mayo 21+01:00 2020 a las 13:18 y esta archivado en General. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.